Imaginando un futuro

Al inicio de esta investigación se ha tomado en cuenta lo que señaló Aureliano Sánchez durante el curso propedéutico al ciclo 2018-1 del presente doctorado de la Facultad de Artes y Diseño refiriéndose a uno de sus textos:

Toda investigación es el proceso que imaginamos para aclararnos un punto no resuelto. El punto inicial es el reconocimiento del no saber. La obra de arte busca la posibilidad de hacer presente una manera que resuelva el conflicto, o bien una nueva forma que amplíe nuestro entendimiento de ese problema. De ahí que la investigación en arte implique una conciencia epistemológica inicial, con respecto al estado propio del aparato artístico y de la relación que éste guarda con el contexto cultural en sentido amplio. (Aureliano Sánchez Tejeda, «El acto artístico como vía de investigación».)

Así partimos de que la investigación es el proceso que imaginamos para aclararnos un punto no resuelto y asumimos que el rescate histórico de la obra de los hermanos Baschet en México nos llevará a encontrar de frente asuntos no resueltos dentro de la problemática del arte contemporáneo, debido a la naturaleza híbrida e intermedial de la escultura sonora y los fenómenos del arte sonoro. Así mismo nos detenemos a mirar a la investigación como ese proceso proyectivo que nace de las necesidades personales y colectivas, que lleva a sumergirse en una multiplicidad de procesos creativos para resolverlo, por lo que en este proyecto se parte de cuatro ‘acciones de investigación’ que buscan detonar y revelar estos asuntos no resueltos, en otras palabras se puede decir que esas ‘acciones de investigación’ son procesos creativos en sí, así pues dichas acciones son las siguientes: 1.-Localización: Recurriendo a fuentes históricas como documentos, entrevistas, exposiciones, catálogos de ventas, correspondencia, entre otras. 2.-Catalogación: Partiendo del trabajo de Martí Ruiz quien realizó su investigación doctoral en la Universidad de Barcelona en 2015 sobre la obra de los hermanos Baschet, para efectuar la catalogación de la obra, registrando materiales, dimensiones y cualidades sonoras. 3.-Restauración: Aplicando criterios de restauración para obras de arte contemporáneo y obra participativa. Atendiendo a las necesidades institucionales y del contexto socio-económico mexicano. 4.-Reactivación: Se busca lograr una recontextualización de la obra de los Baschet en el contexto actual propiciando un diálogo con obra contemporánea.

De tal forma se esperaba que estas acciones permitieran poner en evidencia y visibilizar diversas situaciones que lleven a revisar de forma consciente y minuciosa el estado del propio aparato artístico ante este tipo de piezas y de la relación que éste guarda con el contexto cultural en sentido amplio. Ya que estos procesos implican una búsqueda profunda, un análisis de la obra existente, una restitución física y sonora, así como una reinserción en un medio social de la obra de los hermanos Baschet, cuyas cualidades sonoras, plásticas y de participación social se encontrarán con asuntos como dificultades expositivas, catalográficas, en medios artísticos y fuera de ellos, mismas que residen en cuestiones de identidad dadas por su naturaleza híbrida. Aunado a esto el reciente fallecimiento de los artistas, es un hecho que marca un cambio de estatus de las piezas como obra de arte ante la esfera, y que a la vez marca la interrogante de ¿cuál será el tratamiento que recibirán este tipo de obras?, ¿se dejará como documento de algo que en su momento fue una propuesta brillante?, o ¿se verá la manera de trascender la propuesta llevándola hacia su continuidad y con ello a la capacidad de seguirse transformando?, bajo esta última premisa se busca llevar los esfuerzos de la reflexión crítica de esta investigación doctoral, planteando técnicas y estrategias que permitan desarrollar este rescate histórico.

Sin embargo esta situación nos pone de frente con la problemática más profunda de esta investigación ¿Cuestionar el sentido de llevar a cabo un rescate histórico de la obra de los hermanos Baschet en México? Vemos que es similar a cuando Gadamer se pregunta “¿Ocurre realmente que una obra de arte que procede de mundos pretéritos o extraños, y que es trasplantada a nuestro mundo formado históricamente, se convierte en mero objeto del disfrute estético-histórico, y no dice nada de aquello que tuvo que decir originalmente?”[Gadamer, «Estética y hermenéutica», p.6] Ya que esto en sí mismo plantea un problema de interpretación de lenguajes pero a un nivel de reinterpretación espacial y temporal, ¿Puede subsistir el sentido original de las esculturas Baschet?, ante esto retomamos lo que Gadamer dice cuando aborda el problema de carácter estético y hermenéutico:

Pues el lenguaje de la obra de arte individual, reúne en sí y manifiesta el carácter de símbolo que desde el punto de vista hermenéutico, corresponde a todo ente. En comparación con cualquier otra tradición, lingüística y no lingüística, hay que afirmar que la obra de arte es absoluto presente y tiene dispuesta su palabra para cualquier futuro. La familiaridad con la que la obra de arte nos roza, es al mismo tiempo de un modo enigmático, trastorno y derrumbamiento de lo acostumbrado. No es solo el “eso eres tú” que os revela en un espectro fausto y temible. La obra de arte nos dice también: “debes cambiar tu vida”. (Gadamer, «Estética y hermenéutica».)

Y es en esta visión del arte como presente constante, que nos planteamos la posibilidad de proyectar un futuro para la escultura sonora, si bien vamos agarrados de la tradición a la que la escultura Baschet ya pertenece, desde un sentido histórico, la vislumbramos como fuente de una experiencia única e irrepetible para el espectador. En la cual el individuo recibe no sólo la reafirmación de su ser sino un sentido crítico de su existencia. De tal suerte que resulta ser esta, la vereda que imaginamos como punto de partida hacia nuestro ‘asunto no resuelto’, con lo que nos vemos en la necesidad de trazar un ‘aparato para la crítica’ como instrumento, eje reactor y evaluador del proyecto.

Para esto establecimos dos facetas de la crítica: la detonada por objetos y la detonada por acciones, tenemos así al ‘Objeto crítico’ y la ‘Acción crítica’ como instrumentos de análisis. Y a continuación se explicará el proceso por el cual se determinaron estos criterios, durante el proceso en el que se desarrollaron las acciones de investigación:

Fue justamente la aparición de la noción de la ‘crítica’ una de las razones por la que resultó de interés cursar el seminario de ‘Arte y Utopía’ en el primer semestre del posgrado doctorado en Arte y Diseño ya que uno de los temas que ofertaba era precisamente el de ‘Arte crítico’ unas de las nociones importantes que Eugenio Garbuno[1] comenta dentro del seminario es que el ‘Arte crítico’ va más allá del ‘Arte contemporáneo’, ya que comienza como una crítica a este:

Los defensores a ultranza de las últimas tendencias del arte insisten en señalar la libertad, la innovación, la inteligencia, la ironía, la transgresión, el carácter crítico y político del arte actual, añadiendo su apertura, democratización e integración en la vida cotidiana, al ocuparse de los temas más banales e insignificantes. En cambio, acusan de conservador a todo aquel que se atreva a cuestionar la “verdad” del denominado “arte contemporáneo”, considerando retrógrada y romántico al que hable de estética o de belleza, de oficio técnico, representación o medios tradicionales. Romper las reglas se ha convertido en un hábito, al grado de establecerse en la regla; la transgresión se ha institucionalizado, el arte contemporáneo se ha vuelto académico. (Garbuno, «Arte Crítico».)

Así también en el texto ‘Arte crítico. Más allá del arte contemporáneo’ Eugenio Garbuno presenta una jerarquización de seis niveles en el ‘arte crítico’, tales son: 1. Crítica al arte contemporáneo, 2. Arte como crítica-crítica como arte, 3. Crítica al sujeto, 4. Crítica teórica-práctica del arte en sentido extenso, 5. Crítica a la sociedad, 6. Crítica al Arte y al Diseño. En las cuales se pueden visualizar su propuesta de las posturas básicas que puede tener el artista o el arte respecto a la sociedad y a sí mismo, para entrar dentro de este modelo de lo que llama ‘Arte crítico’.

(El arte contemporáneo) Es un arte que pretende contener una idea compleja de la realidad, cuando simplemente es presentación de la misma: objetos, basura, cadáveres, violencia y patología son los elementos constitutivos; el escándalo, la estrategia para que el artista se inserte en el circuito del arte para conquistar rápidamente la fama y el favor económico de coleccionistas siempre ávidos de disipar su aburrimiento con fuertes dosis de morbo. La ideología hegemónica se impone globalmente y se mira el mismo “espectáculo de la nada” (Michaud) en las bienales de Europa, que en las de América Latina, los museos y galerías de Estados Unidos, e incluso de Japón o Egipto. El arte de hoy es como el desecho de la sociedad contemporánea, una especie de detritus cultural, el vómito y la mierda expuestos bajo forma de obras de arte, la antiestética y el anti arte como el arte sagrado de hoy. (Garbuno, «Arte Crítico».)

Sin embargo, en contraste Taniel Morales en su ensayo ‘Una revolución de baja intensidad’ menciona: “El arte contemporáneo es una práctica especifica del arte que no se define por el momento que sucede, sino por los sentidos que propone. Mucho del arte que produce actualmente no es arte contemporáneo, pero con frecuencia se califican de tal manera ciertas piezas, solo por su contemporaneidad.” [Morales, «Una revolución de baja intensidad», p.41] y explica que a partir de la década de los cincuentas, se dio una proliferación de relatos de sentido, y con esto señalar tres paradigmas que él considera aún vigentes en la esfera del arte:

En primer lugar está el caso del arte moderno, que parte de la idea de que el arte tiene que ver con el trabajo formal, con el dominio de una técnica; su meta es crear objetos novedosos, sean sonoros, literarios, visuales, escénicos, corporales, etcétera. Este tipo de arte se atinen a los grandes relatos de orden estético y uno de los grandes valores es la vanguardia. También esta el paradigma de un arte cuyo sentido es crear objetos que definan identidades. Este tipo de arte da lugar a la industria cultural gracias a reducción objeto de la identidad: el “quiénes somos” deja de habitar nuestro interior para convertirse en la fachada. Estas piezas se introducen en el sistema de identidades a partir de galerías, museos y medios de comunicación, e inundan como diseño y moda la sociedad entera. Las identidades reducidas a objetos se ordenan jerárquicamente a partir de muchos sistemas simbólicos, incluido el económico (el precio). Finalmente el tercer paradigma, el arte crítico es el arte como motor de transformación personal, social y/o ambiental. (Morales, «Una revolución de baja intensidad», p.41-42)

A lo que finalmente agrega al igual que Gaburno, su postura personal: “Yo trabajo desde esta perspectiva (el arte crítico). No creo que ninguna de estas formas que adopta el arte en la actualidad sea mejor que las otras. El problema es que estos tres tipos de arte comparten becas, museos, público, escuelas… Si pensamos que los tres son actividades diferentes como lo son la filosofía y la cocina, por ejemplo, se acaban muchos falsos antagonismos.” (Morales, «Una revolución de baja intensidad», p.42), ambas visiones refieren al ‘arte crítico’ sin embargo en una se ve desde una perspectiva vanguardista de ser un paso más allá al arte contemporáneo como un pasó evolutivo, mientras que la otra perspectiva señala que uno de los paradigma del arte contemporáneo ya es proponer un pensamiento crítico, lo cual se puede corroborar al mirar las diversas expresiones especificas del arte contemporáneo, al final nos contentamos con señalar que el ejercicio de la ‘crítica’ que revisa desde la teoría y se mantiene en la teoría de una práctica, es siempre una especulación distante y que para lograr un entendimiento del sentido de las acciones es necesario tener una relación cercana con la práctica de lo que se habla.

En el caso de este proyecto debemos señalar por tanto que es fundamental generar sinergia entre investigación-producción/investigación-creación para mantenernos siempre cerca del fenómeno, y ser parte de él y desde el poder plantear sus posibilidades, y generar una verdadera crítica, por dicha razón el ‘arte crítico’ siempre ha dialogado con el arte y con el mundo. Ante esto cabe acotar que un ‘arte crítico’ debe estar sustentado en acciones reflexivas y objetos pensados, evidentemente estos deben de estar configurados para entrar desde lo sensible, pero siempre van dirigidos hacia la conciencia. Por lo tanto deben de tener un equilibrio entre lo sensible y la razón. La manera de lograr esto es concebir el arte como práctica efímera que puede dejar testimonio en objetos concretos. Acciones u objetos como consecuencia de una reflexión, y no solo una idea que vive en el espacio de la especulación.

[1] Eugenio Garbuo, doctor, profesor e investigador en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM